Por todo esto, y ante la inminente llegada del verano, la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS), ha publicado un decálogo de recomendaciones para evitar estos riesgos y fomentar el uso de cremas de protección a todas las edades.
1 Lo primero que destaca la AEMPS es que la exposición excesiva al sol es un peligro importante para la salud. Y que ningún protector solar ofrece protección total frente a los riesgos derivados de la radiación solar. Así que, aunque usemos el factor de protección más alto, lo mejor es no estar demasiado tiempo al sol.
2 Es más que recomendable reducir al mínimo la exposición solar entre las 12 y las 16 horas. Por eso, cuidado con las siestas al sol y con los deportes al aire libre a esas horas. Los niños menores de 3 años no deben ser expuestos al sol nunca. Ropa ligera, gorros, gafas y protectores solares adecuados para ellos son las mejores formas de protegerles del sol.
3 Además, hay que estar muy pendientes de su hidratación. Deben beber agua con frecuencia.
4 Hay que optar siempre por cremas de protección frente a la radiación UVB (suele estar indicada en el envase como FPS), causante de las quemaduras solares; y UVA, principal responsable del envejecimiento prematuro de la piel.
5 A la hora de elegir el protector solar debemos tener en cuenta el tipo de piel que tenemos y la zona donde la vamos a aplicar. En la elección del producto también influirá el fototipo de la piel (cuanto más clara, mayor es el FPS necesario para garantizar una adecuada protección solar), la edad y las circunstancias de la exposición solar. Emplee un FPS más alto en las primeras exposiciones.
6 Hay determinadas zonas que son especialmente sensibles al sol:
- La cara
- El cuello
- La calva
- Loss hombros
- El escote
- Las orejas
- Las manos
- Los empeines.
7 También podemos proteger los labios y el pelo con productos especializados.
8 No dejarse engañar por las nubes. Hay que utilizar crema protectora hasta en los días más nublados porque como explican desde la AEMPS:
9 No sólo protectores. La ropa, los sombreros y las gafas nos van a ayudar a protegernos del sol. Y como en el caso de los niños, los mayores también deben hidratarse, bebiendo agua, eso sí.
10 Por último, cualquier cambio de color, de forma o de tamaño que observe en las manchas o en los lunares, es motivo suficiente para consultar con un especialista.
Fuente: La Nueva España 17-06-2022