P-. ¿Cómo ha impactado la pandemia en el diagnóstico precoz de este tumor?
R-. Es cierto que, debido a la situación sociosanitaria de alarma que vivimos por el Covid, tuvimos que cerrar los locales donde se hacía el screening para la detección precoz del cáncer de mama y se interrumpió temporalmente la realización de mamografías de cribado; pero ya hemos solventado esa demora que teníamos en la primera llamada a las pacientes en torno a los 45-50 años. La incidencia del cáncer de mama es actualmente similar a la de los años previos a la pandemia y, aunque hay una tendencia creciente en la incidencia y 1 de cada 8 mujeres padecerá cáncer de mama a lo largo de su vida debido fundamentalmente al envejecimiento general de la población española y a la suma de factores de riesgo, muchos de ellos son modificables, como el consumo de alcohol y tabaco, el sedentarismo, las dietas hipercalóricas o los factores hormonales como la terapia hormonal sustitutiva.
«Es muy importante acudir a exámenes diagnósticos como la mamografía a partir de los 45 años»
P-. ¿Algún consejo de prevención que desee trasladar?
R-. Es muy importante acudir a exámenes diagnósticos como la mamografía a partir de los 45 años y hasta los 70, además de autoexplorarse en busca de posibles nódulos, cambios en el pezón o en la coloración de la mama. Si es así, se debe consultar con el médico de Atención Primaria. Existen circuitos de consultas de alta resolución donde se prioriza la realización de una mamografía o ecografía para descartar cualquier alteración. Por otro lado, no hay que tener miedo. Ante cualquier hallazgo, vamos a intentar que el tratamiento sea lo más ajustado y personalizado para cada paciente, ya que, gracias a los avances de los últimos años, la supervivencia en cáncer de mama se acerca al 90%.