El tabaco, el sedentarismo y la obesidad se han mostrado como factores que aumentan el riesgo de padecer cáncer de próstata

Hiperplasia prostática benigna.

Con la edad, sobre todo a partir de los 50 años, comienzan a producirse cambios hormonales en el hombre que pueden provocar un crecimiento o aumento de la próstata. Este crecimiento de carácter benigno se denomina hiperplasia prostática benigna (HPB) y suele repercutir en la rutina diaria. Comienzan a aparecer problemas en el control de las ganas de orinar o urgencia; también en el número de veces necesarias en ir al baño, necesidad de despertarse por la noche para orinar, pérdida de la fuerza del chorro o chorro intermitente con goteo, entre otros síntomas. “Estos síntomas pueden interferir de manera importante en la calidad de vida del hombre y deben ser valorados por el urólogo para establecer la necesidad y tipo de tratamiento en cada caso”, explica el Dr. José Luis Palmero, urólogo del Hospital Vithas Aguas Vivas.

Entre algunos hombres existe cierta reticencia a tratar la HPB por miedo a los efectos secundarios que tradicionalmente se han asociado a las técnicas quirúrgicas convencionales (cirugía abierta); es decir, por miedo a la impotencia y la incontinencia.

Según el Dr. Palmero, “debemos desmitificar el miedo a la impotencia y la incontinencia de estos tratamientos pues el diagnóstico precoz asegura mejores resultados de los tratamientos tanto de la HBP como del cáncer de próstata”. En este sentido, añade, “es cierto que en estos primeros pasos de los tratamientos quirúrgicos las tasas de incontinencia e impotencia eran altas, sin embargo, con el paso de los años, la implantación de la cirugía laparoscópica y últimamente las técnicas láser, estos resultados mejoran si estas técnicas son realizadas por cirujanos con amplia experiencia”.

Fuente: Vithas 17-09-2019

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