Cada vez más frecuentes, las olas de calor pueden ocasionar graves problemas de salud, sobre todo, en aquellas personas más vulnerables o con patologías previas.
Según el Ministerio de Sanidad, en un golpe de calor el cuerpo no puede regular la temperatura que aumenta rápidamente hasta superar los 40 grados y desencadenando serios problemas, por lo que es importante conocer cuáles son sus síntomas y cómo reaccionar ante uno para salvar vidas.
El principal síntoma de una insolación es una temperatura corporal de más de 40 ºC. También es frecuente la confusión, agitación, mareos, desorientación, o la dificultad para hablar, así como el enrojecimiento de la piel, sequedad, dolor de cabeza y la debilidad muscular. Además, es probable sufrir náuseas, vómitos y tener la respiración y la frecuencia cardiaca acelerada. El estado mental puede verse alterado, pudiendo llegar a padecer convulsiones, delirio o incluso caer en coma.
Fuente: El Día[1] 29-06-2023