Tampoco se deben perder de vista causas comunes en circunstancias menos claras:
- Herencia genética: si tus padres tienen esta afección, y tus abuelos también los han llevado, muy probablemente debas hacerte la idea de que, en algún momento de tu vejez, puedan salir.
- Condiciones físicas del pie: hay determinados diagnósticos anteriores a los juanetes que son alertas de su aparición. Pies planos, un dedo gordo demasiado largo y otros diversos desequilibrios musculares tienden a favorecer el surgimiento de tales problemas.
- Un mal calzado: el calzado que lleves en el día a día debe ser cómodo e imitar la postura original de los pies. De lo contrario, otros como los ya mencionados tacones femeninos, acaban por forzar una pésima figura, que a lo largo de los años provoca daños diferentes.
Enfermedades previas que facilitan la aparición de juanetes
Un grupo minoritario de pacientes pueden encontrarse juanetes a partir de enfermedades anteriores. Es ya sabido que la artritis reumatoide, una enfermedad degenerativa, afecta la condición de los pies y bien puede suponer la lenta aparición de esta afección, por lo que quien convive con ella debe estar especialmente atento a los primeros indicios que advierten del fenómeno, y prevenir su desarrollo.