Según la Organización Mundial de la Salud, las enfermedades mentales, que padecerán una de cada cuatro personas a lo largo de su vida y afectan actualmente a un 9 por ciento de la población española, representan alrededor del 40 por ciento de las patologías crónicas y son la principal causa de los años vividos con discapacidad.

En este escenario, pero en un nivel superior de gravedad y afectación, figura el trastorno mental grave (TMG), que abarca un conjunto de alteraciones psiquiátricas de prolongada duración con un grado variable de discapacidad y disfunción social, y que incluyen a personas que cumplen criterios diagnósticos de patologías como los trastornos esquizofrénicos, esquizotípicos, esquizoafectivos, bipolares, de personalidad, delirantes (persistentes o inducidos), depresivos graves recurrentes, episodios depresivos graves con síntomas psicóticos u otros trastornos psicóticos no orgánicos.

Atención especializada, multidisciplinar y longitudinal de pacientes con trastornos psicóticos y bipolares y otros trastornos mentales graves

Los TMG comparten características como su aparición más frecuente en la etapa final de la adolescencia o al inicio de la edad adulta, su cronicidad, la posibilidad de mejorar los síntomas con un adecuado tratamiento, y sus consecuencias, múltiples y complejas, ya que afectan tanto a los aspectos sanitarios y psiquiátricos, como psicosociales, y a todas las áreas de la vida del paciente (conducta, destrezas, autonomía, relaciones personales, laborales…), pudiendo repercutir de forma importante en el desarrollo de actividades cotidianas.

Fuente: Quirónsalud 26-01-2023