I. Sola: «Nuestro candidato ya incluye algunas de las mutaciones más significativas de la proteína S»

Se está viendo cada vez más claro que los vacunados presentan un menor riesgo de contagiar a otras personas.
Con el continente europeo inmerso en la cresta de una sexta ola de casos de Covid-19, saltan las alarmas a nivel mundial por la nueva variante ómicron. Los números parecen preocupantes pero la investigadora experta en coronavirus Isabel Sola, una de las voces de la pandemia de covid-19, no se muestra tan pesimista como podría haberlo estado en el 2020.
La viróloga codirige junto con Luis Enjuanes el Laboratorio de Coronavirus del Centro Nacional de Biotecnología (CNB-CSIC), donde trabajan en una revolucionaria candidata a vacuna basada en ARN con capacidad para autorreplicarse.
A continuación se recoge parte de la entrevista.
Pregunta: Su vacuna lleva las instrucciones para proteger de las variantes del SARS-CoV-2 más habituales, ¿se podría actualizar si aparecieran nuevas mutaciones como la variante ómicron?
Respuesta: Lo que se ha visto en estos casi dos años es que los cambios de las variantes no eran tan radicales, de forma que las vacunas, basadas en la secuencia original del virus, seguían dando una protección muy buena frente a distintas variantes posteriores. La variante ómicron acumula un número de mutaciones significativamente mayor, algunas ya presentes en otras variantes y otras nuevas. Es necesario esperar hasta tener más información sobre la efectividad de las vacunas frente a ómicron, pero es posible que no sea un efecto de todo o nada y que no se pierda completamente la efectividad de las vacunas. Nuestro candidato ya incluye algunas de las mutaciones más significativas de la proteína S [la llave que permite que los virus infecten las células].
Las vacunas protegen sobre todo de la enfermedad severa pero no protegen, o solo lo hacen parcialmente, de la infección
P: En relación con la sexta ola, puede dar la impresión de que el problema del SARS-CoV-2 no se acaba y que ni con las vacunas se consiguen evitar los repuntes.
R: La situación de este año no es comparable con la del año pasado. Es cierto que los números de incidencia preocupan, pero también es cierto que eso no se traduce inmediatamente en un aumento de la presión hospitalaria y ni de las muertes porque ahora tenemos la contención de la inmunidad. Las vacunas protegen sobre todo de la enfermedad severa pero no protegen, o solo lo hacen parcialmente, de la infección, con lo cual un vacunado se puede infectar. Se está pensando en utilizar un nuevo criterio de medida del estado de la pandemia, como podría ser el número de hospitalizados, por ejemplo, algo que realmente resulte más representativo de la situación general. Ahora bien, cuantos más casos nuevos, mayor será la probabilidad de hospitalizaciones, porque las vacunas tienen una muy alta efectividad, pero no del 100%. Y entre esas personas inmunizadas habrá algunas que sean más susceptibles y que, si se infectan, puedan acabar ingresadas.
El pasaporte covid es una forma de limitar la entrada del virus en determinados grupos
P: ¿Qué opina de pedir el pasaporte covid en los espacios compartidos?
R: Es cierto que las vacunas no protegen completamente de que nos infectemos, así que desde ese punto de vista se podría pensar: ¿de qué sirve decirle a alguien que demuestre que se ha vacunado, si esa persona puede estar infectada? Pero sí que se está viendo cada vez más claro que los vacunados presentan un menor riesgo de contagiar a otras personas. Desde este punto de vista, el pasaporte covid es una forma de limitar la entrada del virus en determinados grupos. Sin embargo, la vacunación por sí sola es fundamental pero no es suficiente. Tiene que ir acompañada también de test.
P: ¿Podemos respirar tranquilos ahora que contamos con los primeros antivirales?
R: Cualquier medida nueva desde luego es bienvenida y los datos sobre su efectividad parece que son positivos. La ventaja de estos antivirales es que son orales. Eso significa que cuando una persona con factores de riesgo, y por tanto con bastantes números de enfermar gravemente, da positivo en un test, puede tomar de inmediato la medicación en su casa para prevenir la evolución de la enfermedad. Porque estos antivirales, que van directamente contra el virus, tienen que utilizarse tempranamente para que funcionen.
Una vacuna ideal debería ser muy segura, como los ARN sintéticos, y muy eficaz
P: ¿Cómo sería la vacuna ideal?
R: Una vacuna ideal debería ser muy segura, como los ARN sintéticos, y muy eficaz. Es decir, que induzca inmunidad esterilizante, que protege no solo de la enfermedad, sino también de la infección, y duradera. Nuestro candidato inmuniza frente a distintos antígenos virales, por lo que podría dar una inmunidad más completa y duradera. Como trabajamos en un replicón de ARN, tiene también la ventaja de que permite administrar una dosis menor y así reducir su coste. Se basa en el genoma del virus modificado para que no se propague por el organismo, por lo que es muy segura, pero mantiene la maquinaria de replicación de los coronavirus. Por ello, con una cantidad pequeña de moléculas basta, porque ellas se multiplicarán luego miles de veces dentro de las células de las personas. La producción de la vacuna puede ser en células cultivadas en el laboratorio o de forma sintética.
Fuente: CSIC 07-12-2021
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