Por qué el síndrome del ojo seco puede ayudar a diagnosticar una fibromialgia

Por qué el síndrome del ojo seco puede ayudar a diagnosticar una fibromialgia

Dos tercios de los pacientes con fibromialgia sufren de síntomas oculares y alteraciones de las fibras nerviosas de la córnea

Pese a ser una patología extendida, pocas personas conocen en qué consiste realmente la fibromialgia. Confundida a menudo con el cansancio común, es muy habitual que pase inadvertida y que el diagnóstico llegue tras una larga peregrinación por diferentes especialistas.

Para acercarnos a esta enfermedad, de alta prevalencia femenina, es importante entender que se caracteriza por síntomas de dolor y cansancio, problemas de sueño, hiperalgesia generalizada (aumento anormal de la sensibilidad dolorosa), así como dolor persistente y alodinia (dolor que aparece con un estímulo que no debería causarlo). Suele provocar un importante deterioro en la calidad de vida de los que la padecen, y a menudo se traduce en una gran dificultad para desempeñar tareas habituales, lo que puede acarrear problemas laborales y pérdida del empleo.

Lamentablemente, diagnosticarla es muy difícil. A pesar de ser una de las enfermedades reumatológicas más frecuentes, su detección resulta compleja, ya que los criterios diagnósticos son solo clínicos y no hay, hasta el momento, una prueba objetiva que permita confirmar o descartar la enfermedad. Por este motivo, el médico especialista debe determinar la presencia de la fibromialgia valorando la sintomatología del paciente. Otra dificultad añadida es que los resultados de algunas pruebas —como las radiografías o los análisis de sangre— son aparentemente normales, por lo que debe determinarse la presencia de la fibromialgia valorando la sintomatología del paciente

En esta línea, se debe descartar la presencia de otras enfermedades que pudieran causar el dolor y también se debe realizar una completa exploración física en la que se pueda detectar la presencia, o no, de puntos sensibles dolorosos a la presión.

Pero hay un síntoma, presente en el 67% de los pacientes con fibromialgia, que puede arrojar luz en el diagnóstico. Se trata del ojo seco y, en este sentido, investigadores de los servicios de Oftalmología y Reumatología y de la Unidad de Ensayos Clínicos del Hospital Universitari Dexeus han puesto en marcha un estudio clínico que trata de identificar, en pacientes afectos, la relación entre los síntomas de ojo seco, la alteración de las fibras nerviosas de la córnea y la activación de genes asociados a esta patología.

Fuente: El Confidencial 13-09-2022


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