P.- ¿Cómo identificar los síntomas de la LNC2?
R.- Este es, según el programa LINCE de Santiago de Compostela, el esquema de alertas de inicio de síntomas según la edad:
– De 1 a 3 años: retraso en el lenguaje
– De 2 a 4 años: convulsiones no provocadas y de nueva aparición (considerar las convulsiones febriles)
– De 3 a 4 años: ataxia, demencia progresiva, deterioro de la función motora
– De 4 a 5 años: convulsiones resistentes a fármacos, mioclonía, espasticidad, distonía y deterioro visual
– De 5 a 6 años: dependencia de silla de ruedas y encamamiento
– A partir de los 7 años: ceguera
P.- ¿En qué consiste el tratamiento actual? ¿Cada cuánto tiempo?
R.- El tratamiento aprobado para la CLN2 se llama cerliponasa alfa. Se trata de forma recombinante de la proteína que es deficiente en la enfermedad, que se administra directamente a nivel cerebral (en el líquido cefalorraquídeo de los ventrículos laterales del cerebro del paciente) cada 2 semanas, mediante un dispositivo que tiene implantado a nivel craneal.
El objetivo del tratamiento es conseguir una estabilización, o al menos un enlentecimiento
P.- ¿Cuál es el objetivo del tratamiento?
R.- El objetivo del tratamiento es conseguir una estabilización, o al menos un enlentecimiento, del deterioro neurológico asociado a la enfermedad, que es especialmente significativo en la capacidad de moverse y de comunicarse, de hablar.
P.- ¿Qué es la terapia génica y por qué se plantea como el tratamiento del futuro?
R.- Con la terapia génica se busca suplir directamente el gen que está alterado en estas enfermedades, de forma que administramos externamente (por diferentes vías, según el tipo de terapia génica) dicho gen para que se encargue de sintetizar la proteína que falta, y así no se acumule más lipofuscina. De esta forma, se conseguiría una liberación mantenida en el tiempo de la proteína, y se intenta que esa proteína llegue a todos los órganos del cuerpo independientemente de la vía por la que se administre la terapia.