Berta Casar: “A largo plazo, curaremos el cáncer”

Berta Casar: “A largo plazo, curaremos el cáncer”

Beca Fero para desarrollar un biomarcador y predecir la respuesta del paciente al tratamiento del melanoma

La investigadora Berta Casar estudia el melanoma, un tipo de cáncer de piel que se origina cuando los melanocitos (las células que dan a la piel su color bronceado o marrón) comienzan a crecer fuera de control. Casar, investigadora del IBBTEC (CSIC-UC-Sodercan), observa los mecanismos de ese proceso para mejorar su tratamiento. En concreto, estudia las rutas de activación de las proteínas dentro de la célula, en procesos de melanoma, cáncer de mama y neuroblastoma (un tipo de cáncer pediátrico). Ha planteado un proyecto para diseñar un kit que permitirá predecir la respuesta del paciente al tratamiento de melanoma. De esta forma, los pacientes  podrán recibir un tratamiento personalizado. En un futuro, podría aplicarlo el cáncer de mama y al de pulmón. Su proyecto ha recibido una beca de la Fundación FERO para investigación oncológica, dotada con 80.000 euros. Casar es optimista sobre la investigación oncológica: “a largo plazo, curaremos el cáncer”, augura, “pero a corto plazo conseguiremos cronificarla, como se han cronificado otras enfermedades, como las cardiovasculares o la diabetes”.

Pregunta: Si digo cáncer, ¿qué es lo primero que le viene a la cabeza?

Respuesta: El cáncer es un conjunto de enfermedades de más de cien tipos distintos. No es solo una enfermedad, son muchos tipos distintos y, como tales, tenemos que estudiarlas, diagnosticarlas y tratarlas cada una de una manera diferente. Por tanto, lo primero que se me viene a la cabeza es “variabilidad”.

P: El cáncer es una de las causas principales de muerte en el mundo. ¿Entendemos realmente como sociedad qué es el cáncer desde un punto de vista biomédico?

R: Sí, estamos más concienciados de lo que es el cáncer en cuanto a prevención, diagnóstico y tratamiento. Cada vez vemos a más gente que sabe que se puede prevenir con una vida saludable y actividad física, evitando por supuesto todos los carcinógenos químicos y físicos. Sabemos que las revisiones periódicas en muchos tipos de cáncer pueden llevar a una supervivencia del 100 % y la cura en cuestión de semanas.

P: ¿Y respecto al tratamiento?

R: En cuanto al tratamiento, es importante ver que la sociedad también entiende que la búsqueda de nuevas terapias, junto a la investigación y la financiación, es lo que va a hacer que el cáncer se cure y sea una enfermedad crónica. Precisamente en la entrega de las becas esto era lo que decían los oncólogos especialistas: buscamos que el cáncer se cronifique como se han cronificado otro tipo de enfermedades, como las cardiovasculares, que te tomas las pastillas, o la diabetes, que te inyectas insulina. Cada vez estamos más cerca de cronificar el cáncer y esto es en parte gracias al conocimiento de la gente sobre la prevención, el diagnóstico y el tratamiento.

P: ¿Qué lugar ocupan en su área de trabajo la prevención, el diagnóstico y el tratamiento?

R: Soy investigadora básica. Siempre he querido que todo nuestro trabajo en el laboratorio se pueda trasladar a la clínica. Gracias a esta relación de investigadores básicos con clínicos, y también con los pacientes, podemos descubrir herramientas que nos permitan siempre ir en beneficio de los pacientes. Lo que yo veo es que, mi laboratorio, pese a realizar una investigación básica, se encuentra cada vez más relacionado con la oncología traslacional. Esta oncología traslacional permite que todo lo que nosotros descubramos en los laboratorios pueda trasladarse a un beneficio final de los pacientes en la clínica.

P: Ahora podemos tener la percepción de que hay más casos de cáncer. ¿A qué se debe?

R: Es consecuencia de varios factores. La prevalencia del cáncer ha aumentado porque la sociedad va envejeciendo y las alteraciones que provocan el cáncer se “acumulan”. A mayor edad más mutaciones y, en consecuencia, más cáncer. También lo estudiamos mucho más, se conocen más tipos de cáncer; antes no conocíamos la causa de muchas muertes, pero ahora sabemos perfectamente cómo actúa el cáncer. También hablamos mucho más de este conjunto de enfermedades, cada vez buscamos con más ahínco la cura del cáncer y somos más optimistas. Nos sentimos más cerca de la cura y hablar de ello ya no nos cuesta tanto.

P: Es licenciada en biología y doctora en bioquímica y biología molecular. ¿En qué momento decide dedicarse a la investigación del cáncer?

R: De las distintas áreas de biomedicina siempre me había atraído el cáncer. Me parecía muy interesante encontrar tratamientos porque, aunque otras enfermedades también lo requieren, el cáncer afectaba a millones de personas. Muchos empeoraban rápidamente con el tiempo y desconocíamos qué era lo que estaba ocurriendo. Desde el principio quise focalizar mi carrera en investigar el cáncer a un nivel molecular.

P: Además, ha estudiado distintos tipos de cáncer, como el de páncreas y el melanoma.

R: Realmente lo que yo estudio son rutas de activación de proteínas dentro de la célula. Estas rutas regulan diferentes tipos de cáncer. Inicialmente me centré en el cáncer de colon y en el melanoma porque en ambos casos había determinadas mutaciones que estaban presentes en pacientes con estas dos enfermedades. Con los años, y gracias a la secuenciación masiva de datos de pacientes -algo fundamental en este tipo de investigaciones- hemos visto que esas alteraciones en las rutas de activación están presentes en diferentes tumores. Seguimos estudiando el melanoma, pero también el cáncer de mama y un tipo de tumor pediátrico, el neuroblastoma, ya que pese a ser tumores distintos comparten estas rutas de activación.

P: ¿Sabemos por qué estos tumores tan diferentes comparten estas vías de activación?

R: No sabemos exactamente por qué. Lo que sí conocemos es que hay alteraciones de las células tumorales que se producen solamente para aumentar la proliferación y la metástasis del cáncer. Como son señales que aceleran el crecimiento del tumor y estos tumores que hemos mencionado suelen ser muy agresivos, esa ruta siempre está alterada.

P: El melanoma es un cáncer de piel muy agresivo pero su prevención resulta relativamente simple. ¿Por qué no cala en la sociedad la necesidad de invertir en prevención para no tener que invertir mucho más en clínica?

R: Creo que, como se trata de un tumor superficial y está en la piel, a ojos de la sociedad no parecía un cáncer muy agresivo. Pensamos en la piel y, por supuesto, claro que tiene su función, ¡pero no es el corazón o el cerebro! Piensas que un lunar te lo pueden quitar sin mayor complicación, pero a simple viste no puedes ver si ese lunar profundiza mucho, o si ya ha metastatizado. Cuando hemos empezado a estudiar el melanoma y hemos visto que su metástasis provoca un alto número de muertes es cuando la gente se ha percatado de que sí es agresivo. El melanoma, aunque tú no lo veas, está ahí. Hay que ir a las revisiones, y es totalmente importante ese primer diagnóstico porque, que pase un año puede llevar de tener un índice muy bajo de riesgo a un índice demasiado alto.

P: ¿Suele derivar el melanoma en metástasis?

R: Sí, hay un alto porcentaje, casi del 50 %, que deriva en metástasis precisamente por esta alteración en la ruta de activación de la que hablábamos. Estas metástasis son mortales porque uno de los inconvenientes – al igual que ocurre con otros tipos de cáncer – es que la terapia dirigida lo que hace es desarrollar resistencias, con lo cual el paciente responde al tratamiento dirigido unos meses y luego esa resistencia hace que el tumor sea más agresivo y no responda a la terapia. En estos casos no hay tratamiento ni terapia eficaz, y aunque el porcentaje está bajando, hablamos de en torno al 30 % de los pacientes.

P: ¿Cómo funciona la metástasis?

R: La metástasis es la principal causa de muerte por cáncer; a día de hoy, el 90 % de los pacientes con cáncer mueren por metástasis, por eso debe ser la principal diana para frenar la enfermedad. Si yo bloqueo esta metástasis el paciente se cura, pero la metástasis es un proceso muy complejo; consiste en todos los pasos que sufre una célula desde que está en el tumor primario hasta que coloniza un órgano secundario. La célula tiene que escaparse del tumor, ir al torrente sanguíneo y sobrevivir, circular y acabar colonizando un órgano distinto. Depende de muchas circunstancias para cumplir con todos los pasos, pero las células tumorales metastásicas son tan agresivas que lo consiguen. Y además, metastatizan donde quieren.

Fuente: CSIC 30-11-2021


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