El número de casos confirmados de COVID-19 en todo el mundo supera ya los 270 millones, con una tasa de mortalidad global de aproximadamente el 2%. Y las vacunas contra el COVID-19 son herramientas eficaces y fundamentales para controlar la pandemia, aunque no son 100% efectivas para prevenir la enfermedad.
Las infecciones intercurrentes se definen como la detección de ácido ribonucleico (ARN) o antígeno del síndrome respiratorio agudo severo 2 (SARS-CoV-2) en una muestra respiratoria recogida de una persona 14 días o más después de haber recibido todas las dosis recomendadas de las vacunas COVID-19.